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No al tratado de libre comercio entre Colombia y EEUU

El pasado 10 de octubre, poco antes de que el mundo hispano celebrase el comienzo del genocidio de los indígenas americanos, Colombia sufrió un durísimo golpe para la independencia y los derechos de la población.

Tras años de negociaciones se aprobó finalmente el Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Colombia o, en otras palabras, el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y EEUU.

Detrás de las palabras bonitas y el discurso de "amistad y solidaridad" entre los pueblos colombiano y estadounidense, se esconde realmente una auténtica arma de destrucción masiva.

Es bien sabido que los tratados de libre comercio tienen el "don" de arruinar a la población de los países donde se implanta. Un buen ejemplo de ello es el NAFTA, TLC entre México y EEUU que arruinó a miles de campesinos y obligó a otras tantas personas más a emigrar al norte. En un país como México, donde gran parte de los campesinos se dedican al maíz, la llegada masiva de maíz norteamericano, cultivado por multinacionales y con subvenciones del gobierno (por lo tanto, mucho más barato en mercado que el maíz autóctono) supuso la ruina para miles de personas.

Del mismo modo, Colombia es un país donde la llegada de productos de empresas multinacionales que pueden permitirse vender por debajo del precio de mercado lleva años arruinando al sector campesino. Debido a esto, muchas personas se ven obligadas a dedicarse al cultivo de coca para sobrevivir o a emigrar a suburbios urbanos para trabajar como mano de obra barata.

El TLC entre Colombia y EEUU condena al país a los caprichos de los mercados y de las empresas norteamericanas. "Gracias" al TLC, el gobierno colombiano no puede tomar NINGUNA ACCIÓN QUE REPERCUTA EN LOS BENEFICIOS DE UNA EMPRESA ESTADOUNIDENSE. Teniendo en cuenta que más de 90% del territorio del país pertenece a multinacionales, muchas de ellas estadounidenses, es como regalar el país para lucro y explotación extranjera.

Y ni qué decir tiene que el TLC no se ha sometido a votación, sino que se ha impuesto a golpe de decreto... y con mucha palabrería bonita, supongo.

NO AL TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE ESTADOS UNIDOS Y COLOMBIA!!