Poesia perdida en cada paso de zebra.
Lluvia en los zapatos y en mi mente desorden,
hay días en los que aunque no llueva,
te encuentras los cristales empañados,
y nada se ve nítido.
Sin embargo los impulsos
de querer saltar por la ventana, no cesan.
Y tu suicidio cotidiano se asoma entre las rejas
observando lo que hay fuera.
Sentimientos mezclados entre bancos, farolas y papeleras.
Y entre tanto algún pasajero infeliz en coche,
falto de amor y esperanza, que espitoso le grita al de alante
que para por no atropellar al típico gato rebelde que pasa en rojo
Odio y tristeza camuflada en los ojos
de lxs enfermxs que esperan a cada uno de los lados de la acera
esperando a que se ponga en verde, mientras sueñan con poder volar
y desafiar el tiempo y el espacio.
Mantener la vista al frente, respirar algo más que contaminación
y marchar con ganas, a establecer tus sueños y realidades,
en cualquier árbol para que un día vuelen,
y dejen de ser lo que muchxs creen como utopías.